A partir de hoy y hasta el 24 de Septiembre en Bra, Piamonte, se desarrolla la VIª edición de Cheese , le forme del latte, un suceso Slow Food que se realiza cada dos años desde 1997. Una cita dedicada a los aficionados de los productos queseros y a los interesados por los diferentes aspectos relacionados al universo de los quesos...
Cheese es una manifestación que afronta el mundo lácteo-quesero sin limitarse sólo al aspecto comercial o comestible. Es la ocasión para mostrar las iniciativas a favor de la producción de quesos en altura, de la salvaguardia de las tradiciones pastoriles, de la agricultura en las áreas marginales y presentar a la atención del público su intención de desarrollar la conciencia del consumidor a la hora de elegir, brindando la oportunidad de degustar y comparar las variedades de quesos de toda Europa desde Bra, una entre las cuatro Ciudades Slow, ciudades del buen vivir.
La edición internacional 2007 contará con la presencia de varios países. De la Argentina asistirá un grupo de productores artesanales de quesos vinculados a Slow Food, con el propósito de conocer las posibilidades de la feria para expandir sus ventas en el codiciado mercado europeo.
Este año, Cheese, abre una extraordinaria ventana a las producciones queseras artesanales en el mundo y concentra su atención en los quesos azules, para lo que pone a disposición un espacio dedicado: La Casa de los Azules.
¿Qué se puede hacer en Cheese?
Comprar quesos de cualquier tipo, forma, dimensión, curación, derivados de la leche y productos que combinan bien con los quesos, vendidos, entre otros, por pastores procedentes de la alta montaña o queseros reunidos en un Baluarte Slow Food.
Degustar 70 quesos herborizados procedentes de todo el mundo en la Casa de los Azules, quesos de los Baluartes Slow Food; quesos de montaña procedentes de Italia, Francia, Suiza y Grecia; los productos queseros de Rumania y Bulgaria; inimitables quesos de alpeggio, pastoreo de altura; la leche fermentada de la cultura mediterránea y de Oriente Medio; las cervezas de las casas más renombradas de dentro y fuera de Italia; las cervezas artesanales; 15 Cenas Programadas en prestigiosos restaurantes de la zona; la tabla de quesos de 51 restaurantes del Piamonte; desayunos y aperitivos con los Baluartes Slow Food en un peculiar café literario al aire libre.
Aprender en el Master of Cheese y ahondar en el conocimiento de los quesos azules;sobre las realidades queseras más interesantes con sus respectivas combinaciones, presentados por expertos a lo largo de 32 Laboratorios del Gusto; bajo la carpa del Circo de la Educación para el Gusto, con citas dirigidas a los escolares; en los laboratorios de Cheese Bimbi, el espacio reservado a juegos, degustaciones, clases de cocina y educación alimentaria para niños entre 4 y 12 años de edad.
Participar en las veladas-espectáculo en el centro histórico de Bra; en los conciertos propuestos en el interior de Cheese; en tres simposios que tratarán puntos críticos del mundo agroalimentario; en la entrega de premios a los Locales del Buen Queso; en la subasta del vino en Pollenzo, en presentaciones de libros, encuentros con personajes... y algunas cosas más.
Fundada por Carlo Petrini en 1986, Slow Food, promotor de este acontecimiento, se convirtió en 1989 en una asociación internacional que es la respuesta de vanguardia a los efectos degradantes de la cultura de la comida industrial y rápida -fast food- que estandariza las técnicas de producción y la oferta de productos, nivelando y homogeneizando los sabores y los gustos.
Slow Food, promueve una nueva cultura del placer basada en la lentitud, el conocimiento, la hospitalidad y la solidaridad. Sus objetivos son claros: reencontrar el placer de la buena mesa, incentivar la buena gastronomía y el buen vino, y propiciar la educación de los sentidos para redescubrir la riqueza de los aromas y los sabores. Enfrenta la estandarización de la comida y los sabores artificiales de una cultura que impone el consumo a la vez que el empobrecimiento de los sentidos.
Degustar 70 quesos herborizados procedentes de todo el mundo en la Casa de los Azules, quesos de los Baluartes Slow Food; quesos de montaña procedentes de Italia, Francia, Suiza y Grecia; los productos queseros de Rumania y Bulgaria; inimitables quesos de alpeggio, pastoreo de altura; la leche fermentada de la cultura mediterránea y de Oriente Medio; las cervezas de las casas más renombradas de dentro y fuera de Italia; las cervezas artesanales; 15 Cenas Programadas en prestigiosos restaurantes de la zona; la tabla de quesos de 51 restaurantes del Piamonte; desayunos y aperitivos con los Baluartes Slow Food en un peculiar café literario al aire libre.
Aprender en el Master of Cheese y ahondar en el conocimiento de los quesos azules;sobre las realidades queseras más interesantes con sus respectivas combinaciones, presentados por expertos a lo largo de 32 Laboratorios del Gusto; bajo la carpa del Circo de la Educación para el Gusto, con citas dirigidas a los escolares; en los laboratorios de Cheese Bimbi, el espacio reservado a juegos, degustaciones, clases de cocina y educación alimentaria para niños entre 4 y 12 años de edad.
Participar en las veladas-espectáculo en el centro histórico de Bra; en los conciertos propuestos en el interior de Cheese; en tres simposios que tratarán puntos críticos del mundo agroalimentario; en la entrega de premios a los Locales del Buen Queso; en la subasta del vino en Pollenzo, en presentaciones de libros, encuentros con personajes... y algunas cosas más.
Fundada por Carlo Petrini en 1986, Slow Food, promotor de este acontecimiento, se convirtió en 1989 en una asociación internacional que es la respuesta de vanguardia a los efectos degradantes de la cultura de la comida industrial y rápida -fast food- que estandariza las técnicas de producción y la oferta de productos, nivelando y homogeneizando los sabores y los gustos.
Slow Food, promueve una nueva cultura del placer basada en la lentitud, el conocimiento, la hospitalidad y la solidaridad. Sus objetivos son claros: reencontrar el placer de la buena mesa, incentivar la buena gastronomía y el buen vino, y propiciar la educación de los sentidos para redescubrir la riqueza de los aromas y los sabores. Enfrenta la estandarización de la comida y los sabores artificiales de una cultura que impone el consumo a la vez que el empobrecimiento de los sentidos.
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